¡Nieve! Todos alguna vez hemos exclamado con ilusión su nombre al ver la repentina llegada del manto blanco. Un fenómeno meteorológico extraordinario que este fin de semana nos ha dejado estampas inéditas y situaciones adversas. Si bien es verdad que en Requena estamos acostumbrados a ver nevar prácticamente todos los años, en esta ocasión su irrupción sorprendió por la intensidad y calado del temporal.
24 horas en alerta en Pago de Tharsys
El pasado jueves por la mañana los copos empezaron a caer tímidamente, como pequeños cristales de hielo en suspensión. Sin embargo las previsiones meteorológicas ya nos alertaban de lo que horas más tarde sucedería.
A las cuatro de la tarde un fuerte viento acompañó la aparición de enormes copos de nieve que llegaron para quedarse. Alrededor de 20 centímetros de nieve se alcanzaron en nuestro Pago de ahí que los accesos a la bodega se complicaran por momentos. Las principales arterias de circulación en la comarca, la A-3 y la N-III, también estuvieron cortadas durante horas provocando que cientos de personas se quedaran atrapadas en la carretera.
Además, el fuerte temporal provocó la caída de varias torres de alta tensión y esto supuso que estuviéramos dos días sin luz ni agua y por lo tanto sin poder atender a nuestros winelovers y huéspedes del hotel como solemos hacer en condiciones normales. Sin embargo, ésta ha sido sólo la cara negativa de la nieve.
Los beneficios de la nieve para la vid
En este momento la planta se encuentra en lo que conocemos como parada vegetativa. Un letargo invernal en el que la vid se repone y deja de circular la savia por la planta. Por este motivo, la nieve no supone ningún tipo de efecto negativo para el desarrollo de la vid, más bien, todo lo contrario.
El primer factor positivo y más evidente es el beneficio hídrico. La nieve se transforma en agua y el deshielo se produce de manera paulatina, permitiendo así que el suelo se empape con un aprovechamiento más efectivo y eficiente.
Desde el punto de vista sanitario, también la nieve purifica el suelo al matar microorganismos y larvas que puedan dañar directamente a la planta. Algunos hongos e insectos se refugian del frío en la propia corteza de la planta y con el registro de bajas temperaturas desaparece el peligro de plagas. Además la nieve puede actuar como agente cicatrizante de la vid tras la poda.
Como veis, la naturaleza es muy sabia y nos ayuda a mantener el ciclo de la vid. Si este año el refranero acierta nos traerá una cosecha excelente. Año de nieves, año de bienes #winelovers 😉