Vinos blancos, ¿Cuándo se pueden consumir? ¿Sólo jóvenes del año?

En España y sobre todo de nuestros vinos blancos mediterráneos, existe la creencia no fundamentada, pero extendida, de que sólo se pueden consumir o, mejor dicho, sólo están en el momento óptimo de consumo, en el año de la cosecha.

El porqué de esta creencia no lo tengo claro, quizá se piensa que nuestros vinos no envejecen bien o quizá, que nuestras variedades más extendidas, macabeo, airén, no son muy ricas en aromas primarios y los secundarios, debidos a la fermentación desaparecen en este periodo de año y medio a dos años y los vinos blancos con aromas terciarios debidos a la crianza en barrica no son muy numerosos, como en otras zonas vitivinícolas. En fin, no sé seguro el origen de esta creencia, pero está muy arraigada

En cambio lo que sé y es una certeza, es que entre los considerados grandes vinos en el mundo, aparecen muchos vinos blancos, entre ellos los de la región de Borgoña o los Chablis y generalmente más cotizados cuanto la añadas es más antigua.

Me encanta ver que en otras zonas vitivinícolas y más en otros países los consumidores de vinos blancos tienen de distintas añadas y disfrutan abriendo y apreciando las peculiaridades de estas.

Debemos pensar que el vino evoluciona y en el blanco la evolución es quizá más evidente que el tinto, como digo desaparecen primero los aromas secundarios debidos a la fermentación, estos aromas son de flores y frutas frescas, pero aparecen y se van destacando cada vez más, los aromas primarios propios de la variedad y de la tierra, aparecen los frutos secos y la mineralidad.

Chardonnay Fermentado en barrica

En Pago de Tharsys tenemos la idea de conseguir vinos blancos de guarda, que se puedan disfrutar durante años.

En esta línea  creo que debéis probar el  blanco Pago de Tharsys Chardonnay, fermentado en barrica. Acabamos de empezar a comercializarlo con una vocación de perdurar. En él se combina los aromas melosos primarios de la variedad con las especias y tostados que le aporta la barrica de roble francés.

En boca la madera le aporta sensaciones suaves y cálidas y que se complementan con la acidez propia de la variedad blanca. Quiere seguir la tradición y peculiaridad de los grandes vinos blancos de guarda.

¿Te animas a probarlo #winwelover?

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